Los cierres de fincas en jardinería se refieren a las estructuras utilizadas para delimitar y proteger una finca o área de jardín. Estos cierres cumplen múltiples funciones, que van desde la seguridad y la privacidad hasta la estética y la delimitación de espacios.
Madera: Los cercados de madera son populares debido a su aspecto cálido y natural. Pueden ser de diferentes tipos de madera, como pino, cedro o roble, y pueden ser tratados para resistir la intemperie y el ataque de insectos.
Metal: Los cercados metálicos son duraderos y brindan una mayor seguridad. Pueden ser de hierro forjado, acero galvanizado o aluminio. Además, existen diferentes diseños y estilos disponibles.
Malla metálica: La malla metálica, como la de alambre o de acero, es una opción económica y práctica para cercar una finca. Es adecuada para delimitar grandes áreas y se puede combinar con otros materiales.
Piedra o ladrillo: Los muros de piedra o ladrillo proporcionan un aspecto sólido y resistente. Pueden ser construidos con diferentes tipos de piedra o utilizando ladrillos y mortero.
Cercas abiertas: Estas cercas permiten la visibilidad y la transparencia, y suelen estar compuestas por elementos espaciados, como tablones o barras. Son ideales para áreas donde se busca delimitar el espacio sin bloquear la vista.
Cercas cerradas: Estas cercas proporcionan mayor privacidad y seguridad, ya que no permiten ver a través de ellas. Pueden ser paneles sólidos de madera, metal o malla, y pueden tener diferentes alturas y diseños.
Cercas combinadas: Se pueden combinar diferentes materiales y estilos para crear un aspecto personalizado. Por ejemplo, puedes usar una base de mampostería con una cerca de metal en la parte superior.
Cada tipo de material de cercado requerirá diferentes niveles de mantenimiento. Por ejemplo, las cercas de madera pueden necesitar tratamientos de protección y pintura periódicos, mientras que las cercas de metal pueden requerir inspecciones regulares para detectar corrosión y realizar reparaciones.
Es importante realizar un mantenimiento regular de los cierres de fincas, incluyendo la limpieza de la suciedad y los escombros, el reemplazo de partes dañadas y el mantenimiento de los sistemas de apertura y cierre, como puertas y candados.
Antes de instalar un cierre de finca, es importante verificar las normativas y regulaciones locales que puedan afectar el tipo de cercado permitido en tu área. Algunas comunidades o asociaciones pueden tener restricciones en cuanto al tipo de material, altura y diseño de los cierres.
Hay que recordar que los cierres de fincas no solo cumplen una función práctica, sino que también pueden ser elementos decorativos que complementen el diseño general de tu jardín. Es recomendable planificar cuidadosamente la instalación de los cierres y considerar aspectos como la funcionalidad, la estética y la durabilidad para obtener los mejores resultados.